Como te contamos anteriormente, HotWire, agencia de comunicaciones global, así como Wired Consulting, un estudio sobre la Generación Alfa, es decir, el grupo de personas nació a partir del año 2010 en adelante.
En ese artículo nos enfocamos en la primera parte del estudio, los efectos de la tecnología en la Generación Alfa.
Ahora te hablaremos de las tendencias tecnológicas que definirán esta generación de acuerdo a este mismo informe.
Inteligencia Artificial o voz definirían a la Generación Alfa
El estudio expone que, a medida que la tecnología se desarrolla junto con esta generación, tanto Inteligencia Artificial como la voz se convertirán en métodos de comunicación cada vez más comunes entre humanos y máquinas.
Pero la cuestión es si esta nueva forma de comunicarse podría generar problemas con respecto a la privacidad de los datos, así como si esta generación interactuará con dispositivos de Inteligencia Artificial con ‘personalidad’.
Los dispositivos móviles ya son prevalentes en la vida de estas generaciones: de acuerdo a Ofcom, el número de menores entre 5 y 15 años que poseen un smartphone o tableta han crecido, un 41% de ellos ya contaba con uno en 2016.
Las tabletas son particularmente más populares entre los más pequeños: entre 3 y 4 (55%) ya utilizaban este tipo de dispositivo.
Pero también se está viendo en el horizonte el surgimiento de nuevas tecnologías que ofrecen diferentes formas de interacción: la inteligencia artificial aumentará la concepción sobre lo que la tecnología puede hacer. Nuevas interfaces ofrecerán nuevas formas de comunicación. Todo esto modificará las expectativas de la Generación Alfa en la tecnología.
Inteligencia artificial, voz y juguetes con ‘emociones’
La Generación Alfa ya ha aceptado la Inteligencia Artificial en sus vidas, pero, adicionalmente, juguetes que cuentan con reconocimiento de imagen o de voz los harán más abiertos a ésta. Por ejemplo, la Hello Barbie de Mattel o los Hatchimals.
Ciertos niños, de acuerdo a un estudio del MIT, ya interactúan habitualmente con 4 ‘agentes’ de la Inteligencia Artificial: Google Home; Amazon Echo Dot, con Alexa; una aplicación de tablet llamada Julie; y Cozmo, un robot autónomo creado por la compañía de juguetes Al Anki.
Los niños convivían con estos ‘agentes’ calificándolos como “simpáticos”, “confiables” e incluso los veían más inteligentes que ellos mismos.
La Generación Alfa comienza a asociar la inteligencia con el conocimiento declarativo, como la memorización de hechos y la información. Además, esperan que los dispositivos, sin importar sus capacidades, les respondan de la misma forma: casi a nivel humano.
Una previsión es que los dispositivos tendrán inteligencia artificial: se comportarán, inicialmente, como mascotas, reaccionando a tus expresiones, reaccionando con movimientos y reconociendo a su dueño.
Igualmente, se espera que la voz se convierta en la interfaz rival de la pantalla. Puesto que cada vez más dispositivos usan el control de voz, la voz como medio de interacción afectará el modo de comportamiento de los niños de un modo diferente.
Se espera que interfaces más naturales como la voz tomen el control de la tecnología y permitan a los niños interactuar con el entorno que les rodea de una forma más completa. Además, permitirán que se necesita es poder comunicarse por voz, es decir, la barrera de no saber leer y escribir aún se elimina.
Pero también hay posibles problemas: la tecnología todavía no está lista para entender a los niños pequeños ni puede cumplir sus expectativas, llegando a frustrar a los usuarios más pequeños.
Otros puntos que cubre el estudio son la privacidad, además del hecho de que las experiencias serán más especializadas para cada individuo, con gadgets como los wearables y otros dispositivos recabando información precisas de estos usuarios.
En cuanto a la privacidad, esta misma recolección de datos supone un riesgo para la seguridad y la privacidad. Muchos dispositivos, para funcionar, están conectados a Internet, lo cual supone que son susceptibles de ser hackeados.
Por ejemplo, en el caso de la Hello Barbie de Mattel, en 2015 se descubrió que su Wifi podría ser hackeado para convertirse en un dispositivo de vigilancia infantil. Igualmente, con la muñeca My Friend Cayla, que se conectaba a Bluetooth, incluso se recomendó a los padres que la destruyeran por el mismo motivo.
¿Qué opinas? ¿Crees que esta generación y otras serán fundamentalmente diferentes a cómo las actuales y anteriores interactuaban con la tecnología? Cuéntanos en los comentarios de este artículo y en nuestras redes sociales.
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