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La comunicación digital pareciera ser un boom tecnológico que nos ayuda a estar más tangibles a la distancia. Sin embargo, la realidad es diferente: gracias a los diversos dispositivos y plataformas, nuestro acercamiento con los demás se ve cada vez más distorsionada.
Esta es una de las desventajas de la era digital porque, aunque una de sus finalidades es acercarnos a los demás, en realidad está obstaculizando la apertura de convivencia y de humanismo que debiera expandirse. En contraparte, se está regularizando la forma en la que diariamente nos acercamos a estas plataformas, con la finalidad de contrarrestar los contenidos negativos que se difunden en dichos canales.
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A continuación, abordaremos tres puntos importantes que la era digital está provocando en la forma en la que nos comunicamos:
Mensajes de odio en la comunicación digital
De acuerdo con un estudio, hasta enero de 2018, en Facebook se encontraban cerca de 2 mil 167 millones de usuarios activos, sin embargo, es catalogada como la red social con mayor cantidad de discursos de odio. En 24 horas, suele registrar 56 por cierto de publicaciones racistas.
Por su parte, la plataforma rtve señala que los principales comentarios negativos se realizan entorno al genocidio, seguido de la violencia física, violencia contra propiedades y símbolos de discriminación, odio, procesos de otredad y discriminación, así como de estereotipos y prejuicios.
Lo anterior, tiene repercusiones no muy amigables, ya que ocasiona un sentimiento de hartazgo, o simplemente que los usuarios se sientan agredidos. A su vez, ocasiona que el proceso de comunicación digital sufra un retroceso en su finalidad.
Manejo de las redes sociales y del Internet
Para iniciar este punto, debemos reflexionar acerca de cómo las redes sociales e Internet han cambiado nuestra forma de vida, ya que actualmente estamos más propensos a dedicar tiempo al celular o computadora, que ha convivir con quienes realmente nos rodea. Pero, en el peor de los casos, este apego también provoca una idea de estereotipos que moldean la conducta de los internautas.
Por si fuera poco, estamos más expuestos al peligro, debido a que no existe una regulación certera, misma que se contagia cada vez más de los mensajes de violencia y odio, lo que ha desencadenado en una serie de delitos fuertes.
Lo anterior, también se alimenta de las fake news: según un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), una noticia falsa toma 10 horas para llegar a mil 500 usuarios de Twitter, en comparación con las 60 horas que tarda en llegar una noticia real.
Esto ocasiona que la desinformación se expanda y que la comunicación se quebrante a pasos acelerados.
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Deformación del lenguaje
Una de las vertientes más preocupantes en el mundo de la comunicación digital, siempre será las múltiples transformaciones que ha sufrido el lenguaje en los canales de distribución, tales como las redes sociales.
Este fenómeno ha cobrado relevancia en áreas académicas y culturales, mismas que han abierto el debate sobre si esto se debe permitir o si es parte de la evolución comunicativa.
Asimismo, ha atraído consecuencias, ya que, de acuerdo con expertos, esta forma de comunicación también es un fomento actos discriminatorios como exclusión, imágenes manipuladoras, burla, mensajes de odio u ofensivos.
Estos factores también influyen a que el contacto mediante las plataformas digitales, sean un promotor para distanciar a las personas y que la comunicación se transforme en un parteaguas del negativismo.
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